martes, 18 de noviembre de 2014

Missa Parodia


-        El término "Misa Parodia" lo acuñaron August William Ambros y Peter Wagner pensando -erróneamente- que esta terminología se utilizaba en el s XVI.
Sin embargo la acepción que realmente se usaba era "Missa Super" o "Missa ad Imitationem". Lewis Lockwood aboga más por éste último término ya que se acerca más a la auténtica definición de Misa Parodia y además evita la confusión que crea el término "Parodia", que nada tiene que ver con la comicidad sino con la imitación.

-        Se denomina Misa de Imitación ya que este tipo de composiciones se servían de piezas polifónicas anteriores para -a través de diferentes procesos de modificación- crear piezas nuevas.

-        El material del cual se servían fueron en primer lugar los motetes y posteriormente las chansones procedentes de Francia y los madrigales, de origen Italiano. El resultado era una pieza polifónica con tres o cuatro voces en la cual no existía una voz dominante (a diferencia del Cantus Firmus) sino un reparto equitativo del peso dramático.

-        Cabe destacar que el Concilio de Trento, 1562, prohibió el uso de materiales profanos para los actos religiosos de todo tipo; esto quiere decir que el uso de los motetes profanos, las chansones y madrigales quedó restringido en el ámbito religioso. Sin embargo esta premisa sólo se respetó en Italia; en Francia -donde el uso de material no religioso venía siendo bastante frecuente- esta premisa no se respetó demasiado y en Alemania no se tuvo en cuenta en absoluto.
Lo que si se vieron obligados a hacer los autores de Misa de Imitación fue cambiar las letras de las piezas originales, modificar los elementos melódicos y utilizar una infinidad de fórmulas para transformar el material musical primigenio en una pieza nueva.

-        La Misa de Imitación fue una continuación de la Misa cíclica. Se entiende por Misa Cíclica aquella que trataba de encontrar una cohesión musical entre todas las partes del ordinario de la música. Estas partes son: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei. 


-        Pietro Cerone escribió un tratado llamado "El Melopeo y Maestro" de 1613 donde ofrece algunos consejos sobre la construcción de Misas de Imitación. Los puntos más importantes hacen referencia al principio y final de las cinco partes de la misa, que -según Cerone- debían guardar una similitud  clara con las piezas musicales utilizadas. Esto servía para que la gente pudiera identificar de manera clara el motete, chanson o madrigal a partir del cual se componía la nueva misa.
Por otra parte también dice Cerone que, siendo claro el principio y el final, el desarrollo debía contener el mayor número posible de procedimientos de modificación de la pieza original.

-        Destacan dos autores en la composición de Misas de Imitación: el primero es Josquín des Prez; aunque se sabe que fueron sus contemporáneos franceses los primeros en componer misas de imitación, la obra "Missa Mater Patris" de J. des Prez se considera la más relevante de estas misas. Otros ejemplos de sus obras son "Missa Malheur me bat" y "Missa Fortuna Desperata".
Otro autor destacado es Palestrino, que escribió un gran número de Misas de Imitación.

Missa Mater Patris     de J. des Prez


Enlaces Missa Mater Patris  de J. des Prez:


 





Motete

Una de las formas musicales más representativas de la polifonía desde 1220 hasta 1750.

Su origen se remonta a los tropos realizados sobre los melismas de las claúsulas.

En un primer momento, este fue un recurso ideado para facilitar la memorización de los melismas a los fieles.

De esta manera, se adaptaban textos de estilo silábico a las notas del melisma. Otra de las causas de origen que se señalan es la carencia durante varias décadas del siglo XIII se sistema de símbolos de notación individual que permitiesen expresar ritmos en música con letra, como era el caso de la voz superior de los motetes.

A partir de aquí surgieron los motetes, estableciéndose como una de las formas predominantes del arte musical secular durante la Baja Edad Media y el Renacimiento.

El término deriva del frances mot (palabra).

Así, el motete se constituyó como una composición polifónica en la que la voz fundamental (tenor) se adaptaba a un patrón de configuraciones rítmicas repetidas mientras la voz o voces superiores se movían por valores rítmicos más breves.

A partir de este momento, el motete se fue desarrollando y fue evolucionando durante la Baja Edad Media, el Renacimiento e, incluso, el Barroco, aunque, en esta última época, de una forma más diluída. Así esta forma musical se fue adaptando a otras que surgían coetánemante como la chanson y el madrigal, y en otros países como Inglaterra se crearon formas derivadas en lengua vernácula como el Anthem.

Algunos de los compositores de motetes más representativos son Josquin des Prez y Guillaume Dufay.

Una composición destacable de este momento es la obra Nuper Rosarum Flores compuesta por Dufay con motivo de la inauguración de la cúpula de la catedral de Florencia.

Tres de los manuscritos más importantes que incluyen motetes son el Codex Montpellier, el Codez Bamberg y el Códice de las Huelgas.

Bibliografía:
- New Grove Dictionary of Music and Musicians
- Grout, Palisca: Historia de la música occidental, Ed. Alianza Música, 5ª Edición, Vol. I, 1995  

Cantus firmus



Cantus firmus:

1-                 Definiciones históricas
Él término se ha utilizado tanto en latín como en italiano, en los primeros teóricos, para definir una variedad de cuestiones relacionadas entre sí. Frobenius hace tres definiciones:
· Desde el siglo XIII hasta XVII, el término tenía tres diferentes significados. El original, utilizado por teóricos desde Boncampagno da Signa (Rethorica novissima, 1235) hasta Zarlino (Le institutioni harmoniche,i, 1558) para indicar el canto llano, en oposición a la música medida o mensural. El segundo identifica un canto llano que se mueve en valores largos e iguales en el cual se basa una nueva composición, en oposición al canto figurato (donde la el dibujo de una línea melódica mensurada de una composición polifónica, sirve de base para otra [nueva]); este segundo significado fue utilizado por, por ejemplo, Vicentino (L’antica musica ridotta alla moderna prattica, 1551). En su tercer significado, más cercano a lo que actualmente entendemos por cantus firmus, es una simple melodía usualmente procedente del canto llano, usado como base para una nueva composición polifónica.
· Al inicio de la segunda mitad del iglo XVI, el término “cantus firmus” vino a significar la parte musical contra la que se componía el contrapunto. Esta definición tiene sus raíces en anteriores tratados de contrapunto que identifican la melodía dada como el tenor y la voz añadida generalmente como discantus (Anónimo 4º). Durante el siglo XVI la terminología varía; por ejemplo Zarlino (Le institutioni harmoniche, iii, 1558) utiliza el término para designar un sujeto de canto llano en notas largas de igual valor (el soggeto de canto fermo), como oposición a lo construido en polifonía (el soggeto de canto figurato). Al inicio del siglo XVIII, aun así, los manuales de contrapunto (como el de Fux, 1725) utilizan generalmente el término para referirse bien a la melodía dada o al canto sobre el que se agrega el contrapunto.
· Desde el siglo XVIII, los historiadores y teóricos de la música han utilizado el término en su sentido general actual para denotar cualquier melodía preexistente utilizada como la base de una nueva obra polifónica.


2-                      Siglo XIII
La primera música basada en cantus firmus se encuentra desde el inicio del desarrollo dela polifonía en la traición occidental. En el Musica enchiriadis (c.900) los ejemplos de organum más antiguos tienen canto llano como principal de construcción en estilo nota contra nota. Fuentes prácticas tempranas muestran una mayor libertad en la relación de la voz añadida al canto llano: el Treparía de Winchester (GB-Ccc 473, primera mitad del siglo XI), por ejemplo, conserva un cuerpo de dos piezas de polifonía en estilo nota contra nota en el que la voz añadida forma intervalos de 2º, 3º, 4º y 5º .
Dos importantes cambios en la relación entre el cantus firmus y la voz añadida ocurren en 1100. Primero, el cantus firmus comienza a aparecer en la voz más grave, sirviendo de verdadera base a la nueva composición; Este cambio se evidencia por primera vez en el tratado Ad organum faciendum (c. 1100). Segundo, el estilo nota contra nota en gran parte fue sustituido por una textura en la cual la voz añadida se movía melismáticamente por encima de las notas individuales del cantus firmus en valores lentos, realizando toda la gama de intervalos en una mezcla libre de movimiento paralelo y contrario; los primeros ejemplos mejor conocidos se encuentran en un manuscrito aquitano (F-PN lat.3549) y en Santiago de Compostela (Codex Calixtinus, E-SC). Así, seguirá siendo estructural el carácter del cantus firmus en lestas composiciones durante siglos.
En el repertorio de organa creados por Leoninus y Perotinus para Notre Dame de París, ocurrirán una serie de cambios importantes alrededor de 1200. Leoninus creó piezas de organum en estilo discanto, en el que tanto el cantus firmus como la melodía compuesta se organizan en modos rítmicos. Al imponer un patrón rítmico, regular y repetitivo al original canto llano, los compositores de Notre Dame empezaron un proceso de manipulación rítmica del cantus firmus que alcanzará su apogeo en el siglo XV.
Los primeros pasos hacia las composiciones polifónicas basadas en cantus firmus proveniente de canto llano, independientes de su contexto litúrgico, fueron dados por Perotinus al sustituir cláusulas  de los organa de Perotinus. Esas cláusulas fueron nuevamente compuestas en estilo discantus. Más importante para la evolución de la técnica del cantus firmus es que las clausulas se tratan a menudo los extractos del cantus firmus en el cual se basan no como melodías sagradas inviolables sino como materia prima para ser manipulado. Por ejemplo, podrían repetirse las frases del cantus firmus y de la melodía sometidas aumento, disminución o retroceso. El tenor típico de una cláusula de discanto, muestra la repetición del fragmento del canto en una disposición rítmica diferente. La experimentación compositiva en el repertorio de las cláusulas, anticipó muchos de los procedimientos formales explorados a mayor escala en el siglo XV en misas y motetes.
Durante el siglo XIII, los tenores derivado del cantus firmus en las clausulas comenzaron a funcionar como la bases estructurales de nuevas piezas independientemente de su contexto litúrgico original. Se añade texto a las voces superiores de las cláusulas. Las partes superiores provistas de texto fueron asignadas a tenores existentes y a finales del siglo XIII, el nuevo género del motete fue construido sobre un cantus firmus elegido principalmente por su potencial compositivo más que por su contexto litúrgico. A la vez que se disolvía el sistema rítmico en la segunda mitad del s. XIII, el cantus firmus secular, se mezcla con las formas populares, con las canciones con estribillo o refrán que mantienen sus ritmos originales y aparecen así nuevas bases para los motetes. Secciones cortas de canto llano debían seguir siendo la fuente más popular de cantus firmi en el siglo XIV atribuido a una economía material.
Ejemplos de canto llano usado como cantus firmus son citados por os teóricos como Guido de Arezzo, incluyen Te Deum, himnos, secuencias y antífonas: esto es, cantos silábicos con frases cortas adecuadas para actuar como ejemplos didácticos. Fuentes prácticas de organa de este periodo, muestran que una gran cantidad de material proveniente del canto llano se elegía para elaboraciones polifónicas; la mayoría de las cuales pertenecen a grandes celebraciones litúrgicas como son las festividades de los santos locales; composiciones sobre el Gradual, el Aleluya, del Oficio del responsorio o del Benedicamus Domino fueron particularmente populares. Dado que la polifonía era interpretada por una voz por cuerda durante este periodo, solo las secciones puramente a solo de los cantos responsoriales se construían sobre cantus firmus. Esta práctica condujo en última instancia al uso de breves segmentos internos de canto llano como melodías de cantus firmus en el motete medieval.
Aunque los fragmentos del canto llano en los que se basaba el motete primitivo generalmente solo llevaban una o dos palabras del texto, el tema general de la pieza o de la festividad a la que pertenecía, aparece desarrollado en las voces superiores. Esos textos de nueva composición eran habitualmente ideados para rimar o formar aliteraciones con el texto del cantus firmus, cuestión que crece en sofisticación durante el s. XVI.

3-                 Siglo XIV
Compositores como Vitry o Machout heredaron del motete y el organum de s. XIII la voz de tenor en cantus firmus proveniente del canto llano. Con el ascenso durante el siglo XIV del motete como género más substancial, la técnica de cantus firmus entró en una nueva fase de la complejidad y la sutileza. Eran habituales frecuentes repeticiones de segmentos de canto llano.
Aunque el tratamiento isorrítmico del cantus firmus prevaleció en el siglo XIV, los compositores ingleses experimentan con diferentes maneras de organizar las melodías preexistentes en su nuevo contexto polifónico. El tratamiento inglés de los cantus firmi  “migrados”, en cuyas frases de la melodía preexistente se aleja de una voz a otra, era una alternativa particularmente influyente a la isorritmia, al igual que la paráfrasis de la melodía en canto llano en las voces superiores. Ambas técnicas se encuentran en las fuentes inglesas del siglo XIV y primer XV notablemente en la configuración del ordinario de la misa en el Manuscrito de Old Hall (GB.Lbl Add.57950)
En la polifonía litúrgica del siglo XIV, se continúa la tradición de la elaboración polifónica sobre el canto llano para interpretarla en su contexto litúrgico pertinente. Los himnos y las antífonas en especial, proporcionaban melodías para la elaboración polifónicas como tenor: existe una importante cambio en el tipo de canto llano tratado polifónicamente en las misas cuando los compositores hicieron cantus firmus de los cantos llanos más frecuentemente utilizados en el ordinario del a misa. Siguiendo la dirección tomada en los manuscritos de canto de la época, que a menudo agrupa los cantos del ordinario de la misa en ciclos, según su rango festivo y su lugar en el año litúrgico, los compositores de polifonía comenzaron a concebir el ordinario de la misa como una unidad. El primer ejemplo de ciclo del ordinario de la misa en polifonía data de esta época: Guillaume de Machout, Missa de Nostre Dame. Este trabajo, como el resto de ejemplos de la época, logra la unidad mediante el empleo de cantus firmus litúrgicamente adecuados, más que por el uso de recurrente de una melodía preexistente única, como será norma en el siguiente siglo. En el final del siglo XIV, el tratamiento del cantus firmus de las misas en Francia, Italia e Inglaterra varía considerablemente.

4-                 Siglo XV
En el siglo XV hubo importantes evoluciones en la técnica del cantus firmus, tanto en sus significados de concepto organizador como en la variedad de su implementación. Sparks, cuyos estudios sobre los modos de proceder del cantus firmus en el siglo XV siguen siendo los más profundos y aclaratorios hasta la fecha, identifica dos maneras básicas de tratar el cantus firmus durante esta época: “elaboración de cantus firmus” tanto en el tratamiento del material prestado como en la melodía del arreglo polifónico; y “cantus firmus estructural”, implicando la cita del tema preexistente en el tenor como determinación formal de la nueva composición.
En las elaboraciones de cantus firmus, el compositor embellece el canto llano agregando ritmos e introduciendo notas entre las de la melodía principal. Estas paráfrasis se realizan  normalmente en las voces más agudas. Esta técnica se cultiva primero en Inglaterra de la mano de Power o Dunstable y aparece en movimientos de misas, en Magníficats, antífonas e himnos de ambos autores. Existe una gran variedad en la aplicación de la técnica de la paráfrasis: desde la cita casi literal de la melodía de canto llano hasta una  tan espléndida aplicación que prácticamente oscurece a la melodía original con su ornamentación. Esto puede verse en la comparación ente el inicio del superius del Ave maris stella de Dunstable y su antífona mariana Regina celi. 

 

La elaboración del cantus firmus se convirtió en la manera preferida de compositores como Binchois y Dufay entre 1420 y 1450 en los movimientos individuales o pareados de sus misas.
Considerando que la elaboración de cantus firmus conserva el carácter esencial del material prestado como una melodía, normalmente utilizando el canto entero con su texto y observando de cerca la continuidad y la articulación de frases, la técnica de estructural cantus firmus trata el material prestado no como una melodía sino como una sucesión de parcelas susceptibles de ser manipuladas como la base estructural de un nuevo constructo polifónico. Derivado de canto llano o de la canción secular o recién inventada, el cantus firmus estructural aparece generalmente en la voz de tenor; normalmente los valores de la nota de la melodía original son alargados o fracturados por pausas extendidas y se omite el texto del original.
El estatus de la melodía prestada como materia prima es más evidente en las composiciones que emplean algún tipo de manipulación esquemática del cantus firmus, con complejas repeticiones, inversiones melódicas y movimientos retrógrados. El cantus firmus estructural del siglo XV tiene una historia mucho más larga que el cantus firmus elaborado, originarios de la manipulación de los fragmentos del canto llano en las cláusulas de discanto sustituidas en el siglo XIII. Aun así, estos dos métodos básicos de composición, no son de ninguna manera excluyentes: las técnicas de elaboración a menudo infunden un cantus firmus estructural, por ejemplo, y una cantus firmus elaborado puede coexistir con un cantus firmus estructural, como en los muchos ajustes del Credo que se hicieron en este periodo, parafraseando el canto del Credo mientras se cita otra melodía preexistente como tenor estructural. 
(i)                 Misa cíclica
Es en la misa cíclica del siglo XV cuando se encuentran los tratamientos más complejos e ingeniosos. Como con las elaboraciones sobre el cantus firmus, los compositores ingleses tuvieron un rol importante en el desarrollo de la misa cíclica basada en cantus firmus estructural. Un primer paso significativo en su desarrollo fue la aparición ocasional de partes individuales de misas no basadas en fragmentos litúrgicos correctos o pertinentes del ordinario, sino en partes del propio de la misa o del oficio; un ejemplo de esto es el credo isorrítmico de W.Tupp en la antifona Benedica te Domine en el manuscrito de Old Hall. Esto allana el camino al uso de un cantus firmus para crear una unidad musical entre los movimientos del ordinario de la misa, el enlace litúrgico venia dado por el santoral más que por el uso correcto de los cantos del ordinario para el cantus firmus. Los primeros compositores en enlazar los movimientos del ordinario de la misa con un solo tenor de cantus firmus fueron Power y Dunstable. Los dos enfoques básicos para el tratamiento de los tenores de cantus firmus que se mantuvieron a lo largo del siglo son evidentes incluso en esta temprana etapa en la evolución de la misa cíclica. La misa Alma Redemptoris mater de Power y la misa fragmentaria Da gaudiorum premia de Dunstable emplean un rígido tratamiento del mismo cantus firmus en cada ciclo (como extensión de la estructura isorrítmica del motete), mientras que la misa Rex seculorim, atribuida también a Power y Dunstable, permite al tenor en cantus firmus una disposición diferente y una mayor ornamentación melódica en cada movimiento.
En esas primeras misas cíclicas inglesas, que probablemente daten de entre 1430 y 1440, el cantus firmus es la voz más grave de una textura de tres voces. Las primeras misas que utilizan una textura de cuatro voces con el tenor de cantus firmus sostenido por un contratenor bajo de nueva y libre composición, aparece en la misa “Caput” (anónima), una misa de estricto cantus firmus que se cree compuesta por Dufay sobre 1440.
Los compositores continentales en la segunda mitad del siglo, adoptaron esta textura ampliando considerablemente tanto los tipos de cantus firmus como la variedad de su tratamiento. Dufay jugó un importante papel en el desarrollo de la misa de cantus firmus en el continente, y sus cuatro misas de tenor encarnan la principal línea de desarrollo futuro de la técnica compositiva del cantus firmus. Su misa “Se la face ay pale” (1450) puede considerarse la primera misa cíclica en la que utiliza un cantus firmus profano (extraída del tenor de su propia chanson) y muestra la influencia del motete isorrítmico. La notación isorrítmica del cantus firmus en sus misas, donde el ritmo cambia de acuerdo con los canones escritos, tiene su contrapunto en la misa “Spiritus almus” por el contemporáneo de Dufay, Petrus de Domarto, en la cual la su cantus firmus isorrítmicamente anotado, es cambiado mediante cambios en la mensuración. Se evidencia un enfoque más libre en la misa “L’home armé de Dufay, donde el cantus firmus de la monodia profana que llegó a atraer incluso a compositores del siglo XVI, es tratada mediante una amplia gama de manipulaciones, incluyendo repeticiones literales, ornamentaciones melódicas, aumentaciones rítmicas, cánones y migraciones. La misa “Ecce ancilla Domini/Beata es María”, en la que cita dos antífonas con sus propios textos, es el primer ejemplo del uso de varios cantus firmus y de politextuaidad, con sus exigencias exegéticas y posibilidades narrativas. En su última misa existente, Missa 'Ave regina celorum' (primeros años de 1470), la paráfrasis extensa y variada de la melodía de canto llano en el tenor logra una integración eficaz de la voz de cantus firmus envuelto en el entramado contrapuntístico circundante. Además, las declaraciones anticipatorias del material del cantus firmus en otras voces y los elementos de la parodia (referentes a la propia configuración de la antífona Ave regina celorum) en este trabajo que fueron explorados extensivamente por los compositores más tarde.
EX 3
En la segunda mitad del siglo XV, el tenor de las cancinoes polifónicas vendrá a sustituir el cantus firmus de muchas de las misas cíclicas. Las cuatro misas de Jean Ockeghem que se basan en tenor chansons, muestran su hábil manejo de la técnica de cantus firmus. En sus misas “Ma maitresse” y “Fors soulement, por ejemplo, el material prestado no solo migra entre las voces, sino que también deriva de diferentes voces de los modelos de la chanson; la cita simultánea de dos voces del modelo, en ocasiones desenfoca la diferencia entre el cantus firmus y la parodia. El material de cantus firmus a menudo permea el tejido musical, presagiando la integración motívica que caracterizará a la generación de Josquin. Solamente una misa superviviente de Ockeghem, la misa “Ecce ancilla Domini” usa cantus firmus de canto llano de manera estructural, aunque la melodía es ampliamente parafraseada y algunas frases son desplazadas o incluso eliminadas. Solo en su misa “Caput”, cuya estructura debe algo a la obra homónima inglesa de autor desconocido, Ockeghem presenta un cantus firmus según un rígido plan de rítmico.
La predilección de Ockeghem por el enfoque del tratamiento del cantus firmus contrasta con los estrictos procedimientos de Busnoys, cuya misa “O crux lignum” y su misa “L’home armé” continúan explorando la técnica del cantus firmus fijado notacionalmente, transformado a través de cambios mensurales o en la proporción, observados en la misa “Se la face ay pale” de Dufay y en la misa “Spiritus almus del ya citado Domarto.

La amplia selección de material de cantus firmus disponible para los compositores de finales siglo XV s es evidente en la producción sustancial de misas de cantus firmus de autores como Obrecht o Josquin Desprez. Estos compositores, típicos de su generación, se inclinan claramente por la elección de cantus firmi provenientes de canciones populares o de las chanson: ambos, por ejemplo, basan sus misas en tenores de la chanson “Frotuna desperata” y “Malheur me bat”e incluso en ocasiones sobre melodías de danzas, como la misa “L’ami Baudichon” de Desprez o la misa “Pfauenschawnz” de Obrech. Se utilziadn en este periodo una mayor cantidad de cantus firmi ampliamente inventado, de los cuales es ejemplo la misa “Hercules dux Ferrariae” de Josquin, cuyo cuantus firmus deriva de la solmización de su título.