Romanticismo
1- Características generales
Romanticismo
(1800-1900) Se da en el siglo XIX pero comenzó en Alemania partiendo de
Beethoven. Es un estilo imaginativo y novelesco. Este movimiento afecto a todas
las artes y se desarrolló sobretodo en Francia y Alemania. En el romanticismo
se cree que la música pinta los sentimientos de una manera sobrehumana.
- La
literatura, las artes plásticas, y el resto de las manifestaciones culturales
tienen estas características:
- La libertad como concepto y clave
de la época cultural, en clara oposición a los cánones rígidos del
Neoclasicismo (Consciencia de la Revolución francesa)
La libertad guiando al pueblo. Eugéne Delacroix (1830) |
- - En el romanticismo, el artista y el
hombre es el centro de la creación artística, frente a la rigidez de las reglas
académicas. Se tiene muy en cuenta en esta época la originalidad, la diversidad y
la particularidad frente a la unidad de la Ilustración.
- - Se exaltan los sentimientos, las emociones y las pasiones (amor, sufrimiento,
odio) Como temas recurrentes encontramos los derivados de exaltación religiosa-patriótica y
los inspirados en la naturaleza (el paisaje alcanza gran
interés). El tema de la naturaleza es interesante, ya que frente a la
naturaleza domada, dócil, de periodos anteriores (jardines, fuentes y escenas
bucólicas ) en este periodo predominará
la idea de una naturaleza cruel, cruda, despiadada…
La balsa del Medusa. Gericauilt. (1818-1819) |
- Se da prioridad a la fantasía frente al racionalismo clasicista de los ilustrado, recreando mundos pasados (fundamentalmente, la Edad Media) o exóticos (Norte de África y Oriente y también España).
-
El instinto frente a la razón y
las situaciones límite frente al equilibrio y la
armonía.
La muerte de Sardanápalo. Eugéne Delacroix (1827) |
2- Géneros musicales
2.1. Sinfonismo
Durante el siglo XIX la orquesta y
las formas sinfónicas muestran un fructífero y amplio desarrollo. La técnica de
la orquestación recibirá un fuerte impulso después de Beethoven, especialmente
con Berlioz, Wagner y a finales de siglo con Rimsky Korsakov. La trayectoria
sinfónica en el siglo XIX discurre por dos carriles paralelos, ambos románticos,
partiendo ambas de Beethoven:
Corriente
conservadora: parte de la 8ª sinfonía, se encuentra
más a gusto dentro de las estructuras heredadas del clasicismo, tendiendo hacia
la música absoluta y pura. Mendelsohn y Brahms son dos importantes representantes
de ésta tendencia.
Corriente
innovadora: parte de la 9ª y 6ª sinfonías y siente más
influida por ideas literarias o extramusicales. En esta línea se inserta la
música programática y en ella militan Berlioz, Liszt y Wagner.
Los géneros:
- Sinfonía:
Beethoven desarrolla ya la sinfonía clásica con cierta libertad de expresión.
Durante el romanticismo la forma sonata siguió siendo la forma básica de la
música sinfónica. Sin embargo ésta estructura será tratada de manera cada vez
más libre por los compositores románticos, teniendo cada vez más importancia
los elementos programáticos.
Retrato de Beethoven. Joseph Karl Stieler (1820) |
- Concierto:
sobre todo se componen conciertos para piano, violín y violonchelo. Su
extensión ha aumentado respecto del concierto clásico. Se pueden observar dos
tendencias en el concierto romántico: una primera que concede más importancia
al elemento sinfónico orquestal (Beethoven y Brahms), y una segunda que
atribuye al solista la máxima importancia en detrimento de la orquesta (Liszt y
sobre todo Chopin).
De forma totalmente novedosa, el
debate entre las relaciones entre poesía y música se plantea también en el terreno
del sinfonismo. Liszt, en un ensayo sobre Berlioz publicado en 1855, propone la
música programática como solución definitiva para la fusión de ideas literarias
y musicales: para él el músico puro no es capaz de comunicarse más que con los
especialistas, considera necesario un músico poeta para quién la forma musical no
sea un fin en sí mismo sino un continente de ideas extra musicales.
- La
música programática cristalizaría, entre otras formas, en
el poema sinfónico: obra para orquesta, en un solo movimiento, de forma muy
libre, que desarrolla sin palabras y sin forma definida algún tema inspirado o derivado
de alguna manera de un elemento extra-musical (texto, símbolo, leyenda, hecho
histórico, cuadro, etc.). Nació como contraposición a la música pura (El
contenido de la música son formas en movimiento, nada más.). El verdadero
creador, a mediados de siglo, del poema sinfónico en un solo movimiento es
Liszt con “Mazeppa”, “Tasso”, “años de peregrinación”, y sobre todo “los preludios”.
Liszt al piano. Josef Danhauser (1840) |
- Obertura
concierto: Al lado de la obertura ligada al drama, concebida
como anticipo y resumen de lo que va a suceder, surge en el siglo XIX un nuevo
concepto de obertura, de carácter sinfónico y desconectada de la ópera. Es una
pieza sinfónica sin drama, variante de la forma del Allegro de sonata.
- 2.2. Piano romántico
El
siglo XIX es el siglo del piano: sustituirá al clavecín y brillará por encima
de cualquier otro instrumento convirtiéndose en el instrumento más popular de
la música burguesa (piano vertical) y en el soporte del más desaforado
virtuosismo profesional (piano de concierto). Toda una serie de
perfeccionamientos técnicos (mecánica de los macillos, mecanismo de repetición,
etc.) hicieron de él un instrumento con una sonoridad potente y graduable que lo
hace igualmente apto tanto para las evocaciones íntimas del salón como para el
concierto, en donde debe oponerse a toda una orquesta sinfónica.
La suite y las formas contrapuntísticas
desaparecen prácticamente de la literatura pianística del XIX. Después de Beethoven
los compositores escribirán una menor cantidad de conciertos y de sonatas para
piano. En contrapartida aparecen gran cantidad de nuevos estilos: piezas
libres, de carácter casi improvisado, sin ninguna forma especial predeterminada.
Entre ellas podemos citar: nocturnos, romanzas, caprichos, preludios, momento
musical, balada, etc. Los mejores compositores abordaron también series de
estudios pianísticos. En ellos codifican las nuevas conquistas técnicas para
convertirlas en soporte de músicas más ambiciosas. La calidad musical de
algunos de ellos (Chopin y Liszt) los convierte por vez primera en piezas de
concierto.
Frédéric Chopin tocando el piano en el salón "Prince Radziwills". Hendrik Siemiraddzky (1837) |
Fuente: Wikispaces (La música del Romanticismo)
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