sábado, 20 de diciembre de 2014

Romanticismo

1- Características generales


Romanticismo (1800-1900) Se da en el siglo XIX pero comenzó en Alemania partiendo de Beethoven. Es un estilo imaginativo y novelesco. Este movimiento afecto a todas las artes y se desarrolló sobretodo en Francia y Alemania. En el romanticismo se cree que la música pinta los sentimientos de una manera sobrehumana.

- La literatura, las artes plásticas, y el resto de las manifestaciones culturales tienen estas características:
 La libertad como concepto y clave de la época cultural, en clara oposición a los cánones rígidos del Neoclasicismo (Consciencia de la Revolución francesa)


La libertad guiando al pueblo. Eugéne Delacroix  (1830)
-          -   En el romanticismo, el artista y el hombre es el centro de la creación artística, frente a la rigidez de las reglas académicas. Se tiene muy en cuenta en esta época la originalidad, la diversidad y la particularidad frente a la unidad de la Ilustración.

-          - Se exaltan los sentimientos, las emociones y las pasiones (amor, sufrimiento, odio) Como temas recurrentes encontramos los derivados de exaltación religiosa-patriótica y los inspirados en la naturaleza (el paisaje alcanza gran interés). El tema de la naturaleza es interesante, ya que frente a la naturaleza domada, dócil, de periodos anteriores (jardines, fuentes y escenas bucólicas )  en este periodo predominará la idea de una naturaleza cruel, cruda, despiadada…

La balsa del Medusa. Gericauilt. (1818-1819)

-  
Se da prioridad a la fantasía frente al racionalismo clasicista de los ilustrado, recreando mundos pasados (fundamentalmente, la Edad Media) o exóticos (Norte de África y Oriente y también España).
-          El instinto frente a la razón y las situaciones límite frente al equilibrio y la armonía.

La muerte de Sardanápalo. Eugéne Delacroix (1827)
   

2- Géneros musicales


2.1. Sinfonismo

     Durante el siglo XIX la orquesta y las formas sinfónicas muestran un fructífero y amplio desarrollo. La técnica de la orquestación recibirá un fuerte impulso después de Beethoven, especialmente con Berlioz, Wagner y a finales de siglo con Rimsky Korsakov. La trayectoria sinfónica en el siglo XIX discurre por dos carriles paralelos, ambos románticos, partiendo ambas de Beethoven:

Corriente conservadora: parte de la 8ª sinfonía, se encuentra más a gusto dentro de las estructuras heredadas del clasicismo, tendiendo hacia la música absoluta y pura. Mendelsohn y Brahms son dos importantes representantes de ésta tendencia.


Corriente innovadora: parte de la 9ª y 6ª sinfonías y siente más influida por ideas literarias o extramusicales. En esta línea se inserta la música programática y en ella militan Berlioz, Liszt y Wagner.

Los géneros: 

- Sinfonía: Beethoven desarrolla ya la sinfonía clásica con cierta libertad de expresión. Durante el romanticismo la forma sonata siguió siendo la forma básica de la música sinfónica. Sin embargo ésta estructura será tratada de manera cada vez más libre por los compositores románticos, teniendo cada vez más importancia los elementos programáticos.

Retrato de Beethoven.  Joseph Karl Stieler (1820)
- Concierto: sobre todo se componen conciertos para piano, violín y violonchelo. Su extensión ha aumentado respecto del concierto clásico. Se pueden observar dos tendencias en el concierto romántico: una primera que concede más importancia al elemento sinfónico orquestal (Beethoven y Brahms), y una segunda que atribuye al solista la máxima importancia en detrimento de la orquesta (Liszt y sobre todo Chopin).

De forma totalmente novedosa, el debate entre las relaciones entre poesía y música se plantea también en el terreno del sinfonismo. Liszt, en un ensayo sobre Berlioz publicado en 1855, propone la música programática como solución definitiva para la fusión de ideas literarias y musicales: para él el músico puro no es capaz de comunicarse más que con los especialistas, considera necesario un músico poeta para quién la forma musical no sea un fin en sí mismo sino un continente de ideas extra musicales.


- La música programática cristalizaría, entre otras formas, en el poema sinfónico: obra para orquesta, en un solo movimiento, de forma muy libre, que desarrolla sin palabras y sin forma definida algún tema inspirado o derivado de alguna manera de un elemento extra-musical (texto, símbolo, leyenda, hecho histórico, cuadro, etc.). Nació como contraposición a la música pura (El contenido de la música son formas en movimiento, nada más.). El verdadero creador, a mediados de siglo, del poema sinfónico en un solo movimiento es Liszt con “Mazeppa”, “Tasso”, “años de peregrinación”, y sobre todo “los preludios”. 



Liszt al piano. Josef Danhauser (1840)

- Obertura concierto: Al lado de la obertura ligada al drama, concebida como anticipo y resumen de lo que va a suceder, surge en el siglo XIX un nuevo concepto de obertura, de carácter sinfónico y desconectada de la ópera. Es una pieza sinfónica sin drama, variante de la forma del Allegro de sonata.


-         2.2. Piano romántico

El siglo XIX es el siglo del piano: sustituirá al clavecín y brillará por encima de cualquier otro instrumento convirtiéndose en el instrumento más popular de la música burguesa (piano vertical) y en el soporte del más desaforado virtuosismo profesional (piano de concierto). Toda una serie de perfeccionamientos técnicos (mecánica de los macillos, mecanismo de repetición, etc.) hicieron de él un instrumento con una sonoridad potente y graduable que lo hace igualmente apto tanto para las evocaciones íntimas del salón como para el concierto, en donde debe oponerse a toda una orquesta sinfónica.

 La suite y las formas contrapuntísticas desaparecen prácticamente de la literatura pianística del XIX. Después de Beethoven los compositores escribirán una menor cantidad de conciertos y de sonatas para piano. En contrapartida aparecen gran cantidad de nuevos estilos: piezas libres, de carácter casi improvisado, sin ninguna forma especial predeterminada. Entre ellas podemos citar: nocturnos, romanzas, caprichos, preludios, momento musical, balada, etc. Los mejores compositores abordaron también series de estudios pianísticos. En ellos codifican las nuevas conquistas técnicas para convertirlas en soporte de músicas más ambiciosas. La calidad musical de algunos de ellos (Chopin y Liszt) los convierte por vez primera en piezas de concierto.

Frédéric Chopin tocando el piano en el salón "Prince Radziwills". 
Hendrik Siemiraddzky
 (1837)


-          2.3. Auge de las pequeñas formas de salón: lied romántico      

      
      Fuente: Wikispaces (La música del Romanticismo)




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